“En Paraguay los políticos son políticos para ellos, no te ayudan como en Argentina. Si sos pobre no tenes futuro”, cuenta indignado Mario Orue. Paraguayo, de 52 años, Mario llegó a la Argentina, a los 21, en busca de una vida mejor, que según el cuenta, en Paraguay no lo tenía. Acá pudo empezar a trabajar y armar su vida. A los 9 años comenzó a ayudar a su papá en el campo y pasó años muy duros de pobreza, hambre y frió. Pero en Argentina las cosas cambiaron. Se hizo fanático de la pesca y del fútbol, y conoció, además, muchos amigos. “En este país hay buena gente”. Morocho, bajito, sencillo, humilde, divertido, alegre, y muy simpático, son algunas de las características de este paraguayo que decidió buscar nuevos rumbos que le permitan tener un mejor futuro.
En pareja hace 5 años, con trabajo estable hace 29, y con una alegría enorme por haber tomado la decisión de emigrar a un país que le dio mucho, Mario cuenta su experiencia.
-¿Por qué viniste a la Argentina?
-Vine a la Argentina porque allá no hay futuro para los que viven en el campo. Es muy difícil poder vivir en Paraguay si sos pobre. Yo empecé a trabajar a los 9 años con mi papá en la quinta y eso es muy duro. Después cuando era más grande hice la colimba y al terminarla me vine para acá a buscar otra vida y un futuro mejor.
-¿La Colimba la hiciste por elección?
-No, era obligación. Tuve que estar un año y ocho meses. Eso es lo más duro que hay en Paraguay. Ahí si que te pegan, por eso yo salí buenito (se ríe).Fui con mi hermano e hicimos una tranzada de documentos para hacernos pasar como mellizos. Pero no nos parecíamos en nada, el es rubio y alto, y yo soy morocho y petizo. Pero si sos mellizo logras salir en un año, pero lamentablemente no se la creyeron.
-¿Y encontraste en la Argentina lo que viniste a buscar?
- Acá encontré un trabajo tranquilo. A los pobres no les dan nada en Paraguay y menos si no tenes estudios También, un lugar donde vivir y vestimenta. En Argentina hay muy buena gente. Me hice de muchos amigos. Encontré cosas que allá no tenía.
Mario vivía en un pueblo Paraguayo llamado Caraguatay. A los 20 años tomó la decisión de dejar su país natal e emigrar a la Argentina en busca de mejores condiciones de vida. Debido a que vivía en la extrema pobreza Mario solo pudo terminar la primaria. “Para hacer la secundaria tenes que tener plata”, afirma.
Vino a la Argentina solo con un pantalón una camisa, zapatos y nada más. Llegó junto a su primo, que le dió un lugar para vivir, y enseguida empezó a trabajar.
-¿Cuál fue tu primer trabajo acá?
-De cocinero. Trabaje 8 años en un supermercado que hacia comidas para llevar en Tucumán y Reconquista. En “Supersol” aprendí mucho, y me trataron muy bien. No sentí acá la desigualdad que hay en Paraguay. Acá se trabaja, se come bien, se viste bien, acá te despertas, allá somos muy cerrados.
-¿Como fue dejar tu país y alejarte de tu familia?
-Es duro dejar la familia, pero la teníamos que hacer por que no hay otra salida. Somos 13 hermanos y todos nos vinimos para la Argentina, buscando lo mismo: trabajo.
Mario regresó a Paraguay de vacaciones, pero asegura que por ahora no tiene pensado volver a vivir allá. Se siente muy contento con lo que consiguió acá. En su país natal quedaron sus padres y él, junto a sus hermanos, le manda dinero para ayudarlos.
-¿Qué fue lo más difícil de dejar tu país natal?
-Alejarme de mis amigos, de la familia, de la novia…
Rápidamente larga una extensa carcajada, ya que a su lado esta Manuela Ortega, su actual pareja, que escucha muy atenta las respuestas de Mario.
-¿Y No extrañas la vida del campo?
-La verdad que si. Yo en el campo cosechaba, arriaba la vaca y eso siempre me gustó. Pero igualmente era muy duro. Tenía que ir a buscar la leche al frió, iba descalzo y se me congelaban los dedos porque tenia un solo par de zapatillas y había que cuidarlo para llevarlo al colegio. Cuando yo fui de vacaciones a Paraguay todavía hay chicos que andan así descalzos con poca ropa, y cuando los vi se me cayó el alma.
¿Y qué pasa en la capital, es muy distinto?
-En la capital de Paraguay es otra vida, en la provincia es muy duro.
-Y acá también hay lugares de extrema pobreza…
-Sí, pero acá hay ayuda, allá no. En paraguay los políticos son políticos para ellos, no les importa nada y no te ayudan.
-¿Además de trabajo, que más encontraste?
-Acá encontré buena gente, muchos amigos y en especial a mi “Cuky”(Manuela)
Mario y Manuela se conocen hace 5 años y hace 3 que viven juntos. A pesar de que los dos son paraguayos, el destino los cruzo en la Argentina, y según cuentan mantienen una excelente relación desde que se conocieron.
-¿Qué otros trabajos pudiste conseguir?
-Después de salir del trabajo de cocinero empecé a trabajar donde estoy ahora, de encargado en un edicificio en Cuenca y Santo tome, en Villa del Parque. Acá me dieron vivienda, un mejor sueldo y me adapte muy rápido.
-¿Y pensaste en probar nuevos rumbos?
-Si, en un momento, se me cruzó irme a Estados Unidos, para buscar otro destino, por que allá hay muchos conocidos míos, pero igual es muy difícil y desistí de la idea y me quede en la Argentina que hay muchas cosas que me encantan.