miércoles, 31 de octubre de 2007

De Paraguay a la Argentina en un busca de un futuro mejor

“En Paraguay los políticos son políticos para ellos, no te ayudan como en Argentina. Si sos pobre no tenes futuro”, cuenta indignado Mario Orue. Paraguayo, de 52 años, Mario llegó a la Argentina, a los 21, en busca de una vida mejor, que según el cuenta, en Paraguay no lo tenía. Acá pudo empezar a trabajar y armar su vida. A los 9 años comenzó a ayudar a su papá en el campo y pasó años muy duros de pobreza, hambre y frió. Pero en Argentina las cosas cambiaron. Se hizo fanático de la pesca y del fútbol, y conoció, además, muchos amigos. “En este país hay buena gente”. Morocho, bajito, sencillo, humilde, divertido, alegre, y muy simpático, son algunas de las características de este paraguayo que decidió buscar nuevos rumbos que le permitan tener un mejor futuro.
En pareja hace 5 años, con trabajo estable hace 29, y con una alegría enorme por haber tomado la decisión de emigrar a un país que le dio mucho, Mario cuenta su experiencia.
-¿Por qué viniste a la Argentina?
-Vine a la Argentina porque allá no hay futuro para los que viven en el campo. Es muy difícil poder vivir en Paraguay si sos pobre. Yo empecé a trabajar a los 9 años con mi papá en la quinta y eso es muy duro. Después cuando era más grande hice la colimba y al terminarla me vine para acá a buscar otra vida y un futuro mejor.
-¿La Colimba la hiciste por elección?
-No, era obligación. Tuve que estar un año y ocho meses. Eso es lo más duro que hay en Paraguay. Ahí si que te pegan, por eso yo salí buenito (se ríe).Fui con mi hermano e hicimos una tranzada de documentos para hacernos pasar como mellizos. Pero no nos parecíamos en nada, el es rubio y alto, y yo soy morocho y petizo. Pero si sos mellizo logras salir en un año, pero lamentablemente no se la creyeron.
-¿Y encontraste en la Argentina lo que viniste a buscar?
- Acá encontré un trabajo tranquilo. A los pobres no les dan nada en Paraguay y menos si no tenes estudios También, un lugar donde vivir y vestimenta. En Argentina hay muy buena gente. Me hice de muchos amigos. Encontré cosas que allá no tenía.
Mario vivía en un pueblo Paraguayo llamado Caraguatay. A los 20 años tomó la decisión de dejar su país natal e emigrar a la Argentina en busca de mejores condiciones de vida. Debido a que vivía en la extrema pobreza Mario solo pudo terminar la primaria. “Para hacer la secundaria tenes que tener plata”, afirma.
Vino a la Argentina solo con un pantalón una camisa, zapatos y nada más. Llegó junto a su primo, que le dió un lugar para vivir, y enseguida empezó a trabajar.
-¿Cuál fue tu primer trabajo acá?
-De cocinero. Trabaje 8 años en un supermercado que hacia comidas para llevar en Tucumán y Reconquista. En “Supersol” aprendí mucho, y me trataron muy bien. No sentí acá la desigualdad que hay en Paraguay. Acá se trabaja, se come bien, se viste bien, acá te despertas, allá somos muy cerrados.
-¿Como fue dejar tu país y alejarte de tu familia?
-Es duro dejar la familia, pero la teníamos que hacer por que no hay otra salida. Somos 13 hermanos y todos nos vinimos para la Argentina, buscando lo mismo: trabajo.
Mario regresó a Paraguay de vacaciones, pero asegura que por ahora no tiene pensado volver a vivir allá. Se siente muy contento con lo que consiguió acá. En su país natal quedaron sus padres y él, junto a sus hermanos, le manda dinero para ayudarlos.
-¿Qué fue lo más difícil de dejar tu país natal?
-Alejarme de mis amigos, de la familia, de la novia…
Rápidamente larga una extensa carcajada, ya que a su lado esta Manuela Ortega, su actual pareja, que escucha muy atenta las respuestas de Mario.
-¿Y No extrañas la vida del campo?
-La verdad que si. Yo en el campo cosechaba, arriaba la vaca y eso siempre me gustó. Pero igualmente era muy duro. Tenía que ir a buscar la leche al frió, iba descalzo y se me congelaban los dedos porque tenia un solo par de zapatillas y había que cuidarlo para llevarlo al colegio. Cuando yo fui de vacaciones a Paraguay todavía hay chicos que andan así descalzos con poca ropa, y cuando los vi se me cayó el alma.
¿Y qué pasa en la capital, es muy distinto?
-En la capital de Paraguay es otra vida, en la provincia es muy duro.
-Y acá también hay lugares de extrema pobreza…
-Sí, pero acá hay ayuda, allá no. En paraguay los políticos son políticos para ellos, no les importa nada y no te ayudan.
-¿Además de trabajo, que más encontraste?
-Acá encontré buena gente, muchos amigos y en especial a mi “Cuky”(Manuela)
Mario y Manuela se conocen hace 5 años y hace 3 que viven juntos. A pesar de que los dos son paraguayos, el destino los cruzo en la Argentina, y según cuentan mantienen una excelente relación desde que se conocieron.
-¿Qué otros trabajos pudiste conseguir?
-Después de salir del trabajo de cocinero empecé a trabajar donde estoy ahora, de encargado en un edicificio en Cuenca y Santo tome, en Villa del Parque. Acá me dieron vivienda, un mejor sueldo y me adapte muy rápido.
-¿Y pensaste en probar nuevos rumbos?
-Si, en un momento, se me cruzó irme a Estados Unidos, para buscar otro destino, por que allá hay muchos conocidos míos, pero igual es muy difícil y desistí de la idea y me quede en la Argentina que hay muchas cosas que me encantan.

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